Las empresas de excavaciones en Ferrol, como la nuestra, realizamos trabajos en todo tipo de terrenos y suelos. Es por ello que debemos tener un buen conocimiento del tipo de suelo al que nos enfrentamos en cada trabajo para poder adaptar nuestras técnicas y herramientas. Como sabrás, no todos los suelos son iguales y es por ello que en el presente artículo veremos dos de las habituales formas de clasificarlos.

En primer lugar, resulta muy común clasificar los suelos atendiendo a su estructura. Según esta categorización, tendríamos los siguientes tipos de suelos: arenosos, con escasez de materia orgánica; calizos, con grandes concentraciones de sales; tierra negra, con alta presencia de materia orgánica; arcillosos, formados por materia en forma de granos muy finos; pedregosos, que estaría conformados por rocas y piedras; y los suelos mixtos, que combinarían las propiedades de los suelos arcillosos y los arenosos. Es importante, como bien sabemos las empresas de excavaciones en Ferrol, considerar ante cuál de estos tipos estamos antes de iniciar trabajos sobre el terreno.

En segundo lugar, es conveniente atender a las propiedades físicas del terreno. De este modo, obtendríamos una clasificación con los siguientes tipos de suelos: litosoles, con un espesor muy reducido que suele presentar en suelos pedregosos; cambisoles, suelos relativamente jóvenes; luvisoles, que presentan una concentración de arcilla que supera el 50%; acrisoles; gleysoles; fluvisoles, presentes en entornos fluviales; rendzina, rico en materia orgánica; y vertisoles.

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